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Bebés y sol ¿Por qué es importante la protección solar y cómo hacerlo?

Los bebés y sol, ¿juntos?

Depende.

Si no se toman las precauciones necesarias, tiene consecuencias perjudiciales para los peques
Todo el mundo sabe que la piel de los bebés es mucho más delicada que la piel de un adulto.

Esto es debido a que su barrera cutánea no se ha terminado de desarrollar y los rayos del sol pueden provocar irritación, quemaduras o enfermedades a largo plazo.

Además, se recomienda que los recién nacidos menores de 6 meses no estén expuestos al sol, ni siquiera con protección.

Beneficios del sol para los bebés


El sol no solo provoca inconvenientes para la salud de las personas, también aporta grandes beneficios.

Vitamina D

La vitamina D es indispensable para fijar el calcio en los huesos, y el sol es una fuente inagotable de ella. Disfrutar de pequeños ratos expuestos al sol con la protección adecuada es beneficioso para los niños.

Reloj biológico

El sol marca cuando comienza el día y cuando acaba, por ello, los niños se guían con la luz de cuando ya es de día y comienza su actividad y cuando es hora de irse a dormir.
La luz solar y la falta de la misma forman hábitos de sueño saludables.

Disminuye la ictericia

Según la Clínica Universidad de Navarra “La ictericia es la coloración amarillenta de la piel y la mucosa debido al aumento de la concentración de la bilirrubina en sangre”
La luz del sol puede disminuir esta piel amarilla que algunos recién nacidos padecen, siempre y cuando se tomen las medidas de protección necesarias y consultando a un especialista.

¿Por qué es fundamental proteger del sol a tu bebé?


Como ya hemos comentado, la piel de los bebés y niños pequeños no ha madurado todavía, por lo que es mucho más vulnerable a los efectos de la exposición solar.

La exposición solar de un niño sin protección puede tener consecuencias muy perjudiciales para el niño

1. La piel tiene memoria

La radiación ultravioleta puede aumentar la posibilidad de que un niño desarrolle cáncer de piel más adelante.

2. Quemaduras

La piel de los más pequeños es mucho más sensible, por lo que la exposición prolongada al sol puede provocar quemaduras que causan picor y dolor.
Hay quemaduras provocadas por el sol que pueden tratarse fácilmente en casa con cremas After sun o aloe vera, pero si tu hijo ha sufrido quemaduras y no consigues que el picor y el dolor cesé, te recomendamos acudir a un especialista para que no cause problemas más graves en la piel de tu hijo.

3. Lesiones oculares

Los ojos de los bebés carecen de melanina, por lo que exponerse al sol sin protección o con gafas no homologadas puede causar irritación en los ojos de los niños y a largo plazo puede ocasionar problemas en la vista.

4. Golpe de calor

Los bebés y niños no regulan su temperatura corporal como los adultos, por lo que una sobreexposición solar puede causar un sobrecalentamiento del niño o un golpe de calor.
Por lo que si vas a mantener a tu hijo expuesto al sol, procura mantenerlo hidratado y refrescado para mantener una buena temperatura corporal.

¿Cómo proteger del sol a tu bebé?


La piel de un adulto no es como la de un niño, por ello hay que protegerlos de manera adecuada para que la exposición al sol no sea perjudicial.

1. Protege del sol la piel de tu bebé

Cremas solares

Las cremas solares deben aplicarse siempre 30 minutos antes de la exposición del niño al sol y repetir esta acción cada 2 horas.
Las cremas de sol más recomendables para bebés y niños pequeños son de factor de protección 30 o superior, preferiblemente utilizando foto protectores pediátricos que son concretos para pieles infantiles.

Camisetas de baño

Si vas a pasar un día a la playa o a la piscina, va a ser complicado mantener al niño debajo de la sombrilla, más protegido de la exposición solar.
Por ello, se recomienda emplear camisetas de baño para proteger lo máximo posible al niño de los rayos del sol.

Las camisetas de baño de Ki ET LA incluyen el filtro anti UV UPF50+, este filtro es perfecto para evitar quemaduras en la zona del tronco del bebé.
Además, estas camisetas cuentan con el certificado Oeko-Tex, que certifica su fabricación con materiales anti-UV y no químicos para proteger tanto a tu hijo como al medio ambiente

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2. Protege los ojos de tu bebé

Gafas de sol

Como ya hemos comentado, la protección ocular es igual de importante que la de la piel, por ello hay que escoger unas gafas de sol homologadas que protejan la vista de tu pequeño para evitar futuros problemas oculares.

Para escoger unas gafas de sol hay que tener varios factores en cuenta porque no sirve cualquier gafa.
Para proteger su vista es fundamental escoger unas gafas de sol que les protejan 100% de los rayos UVA y UV.

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Sombreros

Los sombreros y gorras son un gran complemento que no solo dan el toque chic a un outfit infantil, sino que ayudan a proteger a los niños de las radiaciones solares.
Los sombreros cubren la cabeza del niño y protegen la exposición directa de la carita del bebé, protegiendo también a los ojos de la exposición directa del sol.
Además, evitan el sobrecalentamiento del niño cuando están mucho tiempo al sol.

Consejos para proteger a tu bebé de la exposición solar en verano


El verano llega con sus largos días y su calor abrumador, por lo que tendremos en cuenta tanto la exposición solar como las altas temperaturas que este provoca a la hora de proteger al bebé.

Los días en la playa y en la piscina son días en los que más protegidos hay que mantener a los niños

1. Evitar exposición los menores de 6 meses

Los niños menores de 6 meses no deben exponerse al sol de forma directa, ya que su piel está en proceso de maduración y las consecuencias de la exposición solar pueden ser mucho más graves.
Además, aunque eches crema solar a tu niño, los pediatras indican que no ejercen el suficiente efecto escudo para la piel de los bebés tan pequeños.

2. Hidratación

Para mantener la temperatura corporal de niño regulada es esencial que se mantenga hidratado.
La correcta hidratación es la que puede evitar un golpe de calor si el niño pasa mucho tiempo bajo los rayos solares y el clima es muy caluroso.

3. Horas que debes evitar la exposición solar

En las horas centrales del día (12h-16h), ya que en este momento los rayos son mucho más perjudiciales.

4. Ojo con los días nublados

No debemos engañarnos con los días nublados, que no veamos el sol, no significa que no esté.
Las nubes no bloquean los rayos UV en absoluto, por ello, es muy importante prestar atención a la protección de nuestros hijos frente la luz del sol, haya nubes o no.

Consejos para proteger a tu bebé del sol en invierno


El sol en invierno puede ser igual de nocivo como en verano, de hecho, incluso más, ya que disminuimos la protección frente a él.
Los niveles de radiación ultravioleta se mantienen durante los meses de invierno, por ello, hay que proteger a los niños del sol durante todo el año.

1. Protector solar

El protector solar será nuestro aliado durante todo el año, este evita que el niño sufra quemaduras e irritaciones causadas por los rayos UV.
Durante el invierno se recomienda un protector con factor 30 como mínimo, aplicándolo 30 minutos antes de salir al sol.

2. Gafas de sol

Como ya hemos comentado antes, las gafas de sol son imprescindibles para proteger los ojos de posibles lesiones causadas por el sol.

3. Ojo con la nieve

La nieve refleja los rayos que inciden sobre nosotros de manera más fuerte, por ello, hay que proteger de la luz del sol a los pequeños en todo momento, sobre todo en la cara y cuello.

Sin olvidarnos, por supuesto, de las gafas de sol para la nieve, que serán las encargadas de proteger los ojos de los niños del reflejo del sol sobre la nieve.
Si vas a la nieve, de hecho, se recomienda también proteger los labios del niño, ya que suelen resecarse y quemarse, por lo que una vaselina con protección solar será perfecta para un día divertido en la nieve.

Conclusión

¿La exposición de un bebé al sol es mala? Pues depende, como hemos podido observar, depende de la edad de la criatura, del tiempo de exposición, de las medidas de precaución y de la protección que utilicemos.

Lo que tenemos claro es que hay que protegerse bien, tanto adultos como niños de los rayos solares.

Si nos protegemos, podemos disfrutar de todos los beneficios que nos aporta la luz solar.

Y tú, ¿cómo proteges a tu bebé del sol?

Si tienes algún consejo más para proteger a los bebés del sol, coméntalo y lo compartiremos con nuestra comunidad.

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