Si tu hijo tiene miedo a la oscuridad y no sabes cómo ayudarle, estás en el sitio correcto. Hoy te traemos las causas que lo provocan y algunos consejos para ayudar a tu hijo a superarlo.
Según el blog En Familia de la Asociación Española de Pediatría el miedo a la oscuridad aparece en uno de cada tres niños hacia los 2 años. Por ello, podemos considerar que es algo común y hay que tratarlo con naturalidad.
¿Qué es la nictofobia o el miedo a la oscuridad?
El miedo a la oscuridad es un trastorno frecuente en niños entre los 2 y 3 años, que aparece con el desarrollo de la imaginación.
Según la un estudio de la Universidad Internacional de Valencia el miedo es una emoción natural del ser humano, que surge como respuesta a la supervivencia. En cambio, la fobia se refiere a un miedo irracional y desproporcionado. Las personas que sufren fobias vive el miedo de forma involuntaria, lo que le lleva a evitar las situaciones que lo provocan.
El miedo a la oscuridad es algo muy normal, pero cuando los niños no consiguen superar este miedo puede llegar a convertirse en una fobia. Cuando el miedo a la oscuridad pasa a ser nictofobia, el niño tiene una serie de respuestas emocionales negativas: se tensa, le sudan las manos o el corazón le late muy deprisa.
¿Por qué los niños tienen miedo a la oscuridad?
Partimos de la base de que ningún niño nace temiéndole a la oscuridad, sino que es un trastorno que se adquiere de manera involuntaria. Esto quiere decir que, igual que el niño ha adquirido este trastorno, puede deshacerse de él.
En la oscuridad los niños tienden a sentirse indefensos y expuestos a distintos peligros. Las sombras, ruidos o los simples sonidos como el del viento, pueden desencadenar un patrón de respuestas emocionales negativas en el niño.
Este miedo suele aparecer en la llegada de la noche y está ligado con algún peligro o amenaza que el niño anticipa que puede ocurrir, como que haya un monstruo en el armario o un fantasma detrás de la cortina.
Se sienten inseguros por la ausencia de sus padres en la habitación y esto encarece si comienzan a escuchar ruidos o a imaginarse cosas.
Causas principales el miedo a la oscuridad en los niños
Como hemos comentado antes, nadie nace temiéndole a la oscuridad. Es una fobia que aparece por alguna razón, aquí te traemos algunas de las causas que favorecen su aparición.
1. Sobreprotección
La protección excesiva de los padres hacia sus hijos crea inseguridad en los niños cuando sus padres no están presentes. Por ello, pueden entrar en pánico cuando se apaga la luz de su habitación y se quedan solos.
2. Películas de terror
¿Quién no ha pasado una mala noche por ver una película de miedo? Multiplica esa sensación por 2 si el que ve la película es un niño y no un adulto.
Los menores graban con facilidad en sus mentes las imágenes violentas de las películas de miedo. Todas esas escenas de películas son en un ambiente de inseguridad y oscuridad. Por tanto, si los niños ven películas de este tipo es muy probable que esto les provoque nictofobia.
3. Cambio de casa
Cuando por cualquier motivo se cambia de casa, el niño se tiene que adaptarse a un nuevo habitat. Hasta que se acostumbra a su nueva habitación, es frecuente la aparición del miedo a la oscuridad. Se siente inseguro en un lugar que no es al que está acostumbrado.
4. Acontecimientos negativos
Si por desgracia, habéis sufrido un robo o algún acontecimiento que pueda crear un trauma, es probable la aparición de la fobia a la oscuridad, ya que se sienten inseguros o con una carencia de control sobre su entorno.
Consejos para que los niños superen el miedo a la oscuridad
Para que los niños superen este miedo te traemos algunos consejos que pueden ayudarte.
1. Familiarizarse con la oscuridad
Una de las estrategias para reducir el miedo a la oscuridad de tu hijo es ayudarle a familiarizarse con ella mediante el juego, para que pueda verlo como algo divertido.
Algún juego que podéis probar es el escondite a oscuras ¡Os lo pasaréis en grande! Y seguro que después de jugar durante un tiempo, a tu pequeño ya no le dará tanto miedo quedarse solo en la oscuridad sin vosotros.
También podéis jugar a hacer sobras en la pared de su habitación, para que vea que no hay nada extraño que vaya a aparecer mientras no haya luz.
2. Preparar el ambiente para ir a la cama
La mayoría de los niños temen a la oscuridad cuando se van a dormir y se quedan solos en su habitación. Por ello, es recomendable, que los papás creen una rutina a la hora de irse a la cama. Pueden facilitar el sueño de su hijo contándole algún cuento cuando ya este metido en su cama o cantarle una nana.
3. Seleccionar contenido adecuado
Hay que seleccionar películas, lecturas, espectáculos apropiados a la edad de la criatura, cuidando especialmente que no vea películas de miedo o de violencia. Para evitar este tipo de fobias la Asociación Española de Pediatría recomienda mucha precaución y control en el acceso que los niños pueden hacer a determinados contenidos de internet.
4. Luces quitamiedos
Las luces quitamiedos permiten que tu hijo tenga una fuente de luz accesible para que sienta un mayor control sobre la situación. Si se despierta por la noche porque ha tenido una pesadilla o simplemente tiene que ir al baño, podrá pulsar esta luz y se sentirá más relajado.
Luz quitamiedos Tap’on
Esta luz quitamiedos de Sophie la girafe está acompañada de 4 adhesivos para que puedas pegarla a la pared de la habitación de tu hijo o en la mesita de noche para que tenga mejor acceso a ella. Además, tiene un modo de luz nocturna que a los 30’ de uso se apaga sola.
Este peluche puede ayudar a tranquilizar a tu pequeño cuando se quede solo en la habitación, ya que podrá acurrucarse con Sophie y dejará de sentirse desprotegido. Además, tiene una función de proyector de estrellas y función musical para que el niño tenga más luz en su habitación y la música le ayude a tranquilizarse.
Esta luz quitamiedos con forma de búho va con mando remoto por lo que podrás apagarlo con facilidad cuando el niño esté dormido y no quieras despertarlo. Este búho tiene una luz tenue que hará que el pequeño se sienta acompañado mientras consigue conciliar el sueño.
Este proyector musical será perfecto para cuando tener una luz no sea suficiente para tranquilizar al pequeño y que consiga dormirse, este producto tiene hasta 15 melodías que consiguen calmar al niño para que pueda descansar durante la noche sin la presencia de los papás.
Además, tiene un proyector de estrellas con las que tu hijo puede sentirse más seguro y entrenerse mirándolas.
Temerle a la oscuridad es algo normal en niños, pero si ese miedo no va desapareciendo poco a poco, sino que aumenta y acaba convirtiéndose en una fobia, lo mejor es acudir a un especialista para tratar esta fobia de la mejor manera.
Los niños suelen relacionar la oscuridad con la soledad, por lo que intenta que siempre se sientan acompañados, dales la seguridad de que no les va a pasar nada.
Si eso sigue sin funcionar, puedes probar algunos de los consejos que te hemos dejado, lo que más me ha funcionado a mí ha sido leerle un cuento metido en la cama y dejarle una luz quitamiedos hasta que consigue conciliar el sueño.
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