Es muy importante que entiendas qué es la crianza natural, antes de aventurarte en este proceso. Para ello, te explicamos qué significa esta práctica para ti como mamá.
Hoy en día, muchas mamás quieren tener en todo momento las riendas del cuidado de su bebé y optan por la crianza natural.
Este tipo de crianza, también llamada crianza con apego o crianza respetuosa, se basa en potenciar el instinto de la madre para decidir sobre las necesidades de su hijo, y en respetar los tiempos y las demandas naturales del bebé.
Con un acompañamiento continuo, atención constante, respeto y pasando el máximo tiempo posible juntos, se fortalecen los vínculos emocionales y se crean las bases de una unión profunda que durará siempre.
La crianza natural no es nueva, pero es una tendencia que cada vez más madres eligen, aunque a veces pueda resultar exigente y difícil de llevar a cabo.
En este post te contamos lo que debes saber para aprovechar esa etapa al máximo.
¿Qué es la crianza natural?
El concepto de crianza natural viene del término attachement parenting, acuñado por el conocido pediatra William Sears. Se basa en potenciar la relación íntima entre el bebé y su madre, el contacto corporal, y el respeto al ritmo natural de crecimiento del bebé y sus demandas.
Este tipo de crianza sienta las bases de una total confianza mutua y una comunicación sin barreras que perdure en el tiempo.
En ese proceso, es fundamental el papel de la madre para decidir qué le conviene a su bebé en cada momento, y elegir seguir todas las indicaciones de este tipo de crianza o solo algunas partes de ellas.
Al fin y al cabo, la crianza natural es una experiencia única y muy personal, que debe hacerse a la medida de cada madre y su bebé.
8 consejos clave para la crianza natural de tu bebé
A lo mejor has oído hablar de las 8 “bes” de la crianza natural. Se llaman así porque fueron consejos enunciados en inglés y comienzan todos por la letra “b” en su idioma original y resumen las principales claves que hay que tener en cuenta para iniciarse.
Te contamos en qué consiste cada uno de ellos:
1. El contacto físico con tu bebé desde el primer instante
El contacto físico, piel con piel, es una de las bases de la crianza con apego. En cuanto nace el bebé es importante que se coloque lo antes posible junto a la madre, sentir su calor, el tacto y el latido de su corazón.
Si por razones médicas no es posible hacerlo, debe tomar contacto con su padre. Es lo que se llama birth bonding.
En ese momento comienzan a estrecharse y fortalecerse los lazos afectivos, y por eso es importante no perder ni un minuto tras el nacimiento.
2. La lactancia materna
En los casos en que sea posible y no haya contraindicaciones, el breastfeeding o lactancia materna es lo más adecuado para el bebé, tanto desde el punto de vista nutricional como para hacer más fuerte el apego que queremos establecer y potenciar.
3. Porteo del bebé
La crianza natural implica pasar mucho tiempo con el bebé, incluso cuando estás realizando otras tareas.
Por eso muchas mamás buscan la manera de portear a su bebé desde los primeros días.
Existen diferentes formas de porteo o babywearing (fulares elásticos, semielásticos, bandoleras, mochilas, etc), pero siempre debes vigilar que sean ergonómicos y se vayan adaptando al tamaño de tu bebé.
Obviamente, habrá momentos en los que no puedas tener a tu bebé contigo, pero sí puedas tenerlo cerca. Te vendrá muy bien una colchoneta de actividades como esta Cocoon Aire Sophie la girafe, que puede adaptarse para que crezca a medida que lo hace tu bebé y potencia sus sentidos mediante el juego.
4. Dormir con tu bebé o Colecho
Dormir con tu bebé, o bedding close to baby, es otra experiencia más de la crianza natural. Además, es una de las partes más prácticas y más cómodas para ti, sobre todo si le estás dando de mamar a demanda.
De esa manera, al tener a tu bebé contigo en la cama, no tienes que levantarte cada vez que quiera mamar y descansarás mejor.
Aquí puedes leer más sobre qué es el colecho y sus beneficios.
Algo importante para el bebé es mantener la habitación donde dormís a una temperatura confortable y con el grado de humedad adecuado. Eso puedes controlarlo con el termómetro e higrómetro Igrö que te dará la información que necesitas para asegurarte de que siempre está en el punto correcto.
5. Aprende a escuchar el llanto de tu bebé
Llorar es la forma que tiene tu bebé de comunicarse contigo en los primeros años.
Puede llorar por muy distintas razones, pero siempre es por algo. Una de las causas más habituales es el nacimiento de los dientes, que puede resultar muy molesto para el bebé. En ese caso puedes utilizar un anillo de dentición Sophie la girafe, que le ayudará a calmar el dolor de encías y lo relajará.
En cualquier caso, con observación y tiempo, aprenderás a interpretar cada día mejor el llanto de tu bebé.
Belief in the language of your baby’s cry es la consigna de la crianza natural: cree en el lenguaje del llanto y aprende a interpretarlo.
6. Deja que aprenda a su ritmo
Deja que tu bebé aprenda a su ritmo. No intentes encasillar el aprendizaje en los patrones de comportamiento que se supone que debería tener (y que se adaptan mejor al ritmo de vida de los adultos).
Otra cosa es que intentes ayudarlo para ir poco a poco acostumbrándose a algunas pautas, por ejemplo, en lo relativo al sueño. Eso puedes hacerlo de forma suave introduciendo unos cuantos hábitos sencillos. Puedes leer este post con consejos para dormir a un bebé.
Pero tratar de forzar su ritmo de aprendizaje es interferir en su desarrollo natural, de modo que beware of baby trainers.
7. Equilibrio y sensatez en tus decisiones
En inglés, balance.
Todas las indicaciones de la crianza natural tienen que adaptarse como un guante a vosotros. No tomes decisiones forzadas, que te cuesten más de lo en ese momento puedes dar.
La crianza con apego es muy exigente y requiere sacrificios personales, pero siempre debe ser satisfactoria y llenarte de plenitud.
Por tanto, busca el equilibrio y la sensatez en tus decisiones.
8. Que siempre sea una tarea de dos
Aunque la madre tiene un papel primordial en la crianza con apego, la implicación de ambos (both) es mejor y completa la experiencia de todos los miembros de la familia.
Conclusión: La crianza natural, una filosofía de vida
Elegir la crianza natural es una opción que tú, como madre, debes valorar y sopesar en función de todos los factores que confluyen en ese momento de tu vida.
Al fin y al cabo, la relación que estableces con tu bebé en esa etapa es única y colocará los cimientos para vuestra comunicación futura.
Si decides adoptar este tipo de crianza, te animamos a que disfrutes ese tiempo de crecimiento de tu bebé con toda la intensidad, porque será inolvidable para ambos.