Durante el verano con las vacaciones, el calor, las cenas al aire libre, etc se rompen muchas rutinas que se llevan trabajando durante todo el año con los niños. Es por ello, que en este post te enseñamos a crear (o volver) a la rutina de forma progresiva, de manera que no suponga un gran cambio repentino para ellos.
Por un lado, hay que volver a crear horarios días antes de la vuelta a la escuela infantil o al cole y, sobre todo seguirlos, ya que no sirve que nosotros como adultos, nos los saltemos algunos días porque estamos dándoles inputs contrarios a los más pequeños. Por ello, establece un horario regular para despertarse, comer y dormir. Esta tarea es indispensable si quieres ayudar a los niños a adaptarse a la rutina escolar.
En segundo lugar, de forma previa, potencia actividades educativas, para que no pierdan el hábito durante el verano y así asegurarte de que mantienes a los niños mentalmente preparados para el año académico. Para ello, haced manualidades juntos, jugad a juegos de mesa o colorear, son ideas que aunque parecen simples, hacen que su mente vaya adaptándose.
En tercer lugar, es importante haced entender al niño de esta nueva etapa y que el verano llega a su fin. Una manera es haciéndole participe de la preparación del nuevo año escolar. Haced una lista de los materiales escolares y aseguraros de tener todo listo para el primer día de clases.
En cuarto lugar, te recomendamos planificar las comidas para asegurarte de que los peques siguen una dieta equilibrad ya que, en verano con el calor y las comidas fuera de casa suelen ser más laxas. Organízate con anticipación para facilitar la transición de los hábitos alimentarios relajados del verano a las comidas estructuradas de la escuela.
Se sabe que la vuelta a la rutina es difícil para todos, pero trata de introducir una actitud positiva en tu hogar. Incentiva una mentalidad positiva resaltando los aspectos emocionantes de regresar a la escuela y las oportunidades que trae consigo.
Haz planes con sus amiguitos de clase para que se reencuentren antes y puedan volver a trabajar sus vínculos afectivos entre ellos. Ayuda a los niños a reconectarse con amigos de la escuela o a hacer nuevos amigos, fomentando conexiones sociales que contribuyan a una experiencia escolar positiva.
Establece prioridades para la vuelta
Los niños deben de aprender desde bien temprano que hay prioridades que deben de cumplir.
La vuelta a la rutina es una buena manera de acostumbrarlos a que tienen responsabilidades, de manera que esto les haga ganar más autonomía y contribuya a que se organicen y sean más comprometidos con sus tareas.
Por ejemplo, debes enseñarles que antes que jugar a cualquier juego, deben hacer su cama, hacer sus deberes, ducharse o completar ciertas tareas esenciales para su día a día.
Así que, para conseguir este objetivo, primero deben ser los papás los que fijen prioridades para, posteriormente, trasladarlas a los más pequeños de la casa y garantizar el correcto funcionamiento del calendario de tareas semanal.
¿Cómo conseguir que se adapte a los nuevos horarios?
Lo principal para conseguir una vuelta a la rutina exitosa es que, una o dos semanas antes del inicio de clases, empieces a ajustar el horario de sueño y otras actividades diarias para que los niños se acostumbren a despertarse y acostarse a la hora adecuada.
También es muy recomendable que seas capaz de establecer metas diarias. Esto ayudará a los niños a mejorar su sentido de la responsabilidad y a organizarse con todas sus tareas. De esta manera, los peques poco a poco irán asimilando la vuelta a la escuela y no será tan complicado levantarse para ir a clase. Esto les dará un sentido de propósito y motivación para empezar con buen pie. Si quieres más consejos para cómo , este otros post te será de gran utilidad.
Alíate con los mejores juegos educativos para la vuelta a la rutina
A continuación, te compartimos 3 juegos educativos clave para que los niños aprendan a tener sentido de la responsabilidad, a afrontar nuevos retos y a gestionar sus emociones, habilidades fundamentales para volver a la rutina.
Con este juego educativo de LifeSkills, los niños pueden ganar autonomía y mejorar su habilidad de tomar decisiones. Estas habilidades son clave en el día a día escolar. Los niños que adquieren sentido de la responsabilidad tienen un mejor desempeño, al conocer sus tareas y tomarlas en serio.
La escuela puede traer consigo grandes miedos: ¿Haré amigos? ¿Me regañará la profesora si hago mal mis deberes? Por este motivo, es esencial que los peques aprendan a afrontar sus miedos.
Este juego a partir de los 2 años, os permitirá trabajar en familia estas situaciones y así, ganarán seguridad en sí mismos y autonomía para poder desenvolverse correctamente en la escuela y volver a la rutina de manera positiva.
Este es ideal para los más pequeños, ya que se puede jugar desde los 2 años de edad y permite trabajar esta situación entre padres-hijos de una forma lúdica y sin presiones, los peques aprenderán a gestionar sus emociones y el estrés, de manera que estarán más preparados para volver a la rutina y calmarse cuando sea necesario de forma autónoma.
Aunque hay algunos peques que experimentan más berrinches que otros, nunca está de más que aprendan a gestionar estas emociones para crecer de manera saludable.
La vuelta a la rutina: afrontarla con organización y buena actitud
Si tenemos que quedarnos con dos consejos clave de este post, estos son la organización y la buena actitud ante el cambio. Si los niños perciben descontrol o desorganización, por parte de los padres, estarán más alterados, al igual que si perciben estrés y no se les incentiva con una mentalidad positiva ante los nuevos cambios.
